La diferencia entre un corredor promedio y uno extraordinario no siempre radica en la capacidad física - está en la fortaleza mental. Los atletas de élite han dominado el arte de controlar sus pensamientos, emociones y percepciones para transcender las limitaciones que su mente les impone.
La psicología deportiva moderna revela que hasta el 90% del rendimiento atlético está determinado por factores mentales. Tu cerebro puede ser tu mayor aliado o tu peor enemigo. Aprender a entrenarlo con la misma disciplina que entrenas tu cuerpo es lo que separa a los buenos corredores de los legendarios.